El Ciudadano Opina


Ante la inoperancia Estatal y la desinformación de los medios de comunicación: Sigue enfermando La Marinilla 


13 de marzo de 2020

David Marulanda García 

Sociólogo


El pasado 12 de febrero del año en curso, publicaba en el periódico Las 2 Orillas, medio al que agradezco por permitirme hacer pública esta problemática, un artículo advirtiendo la situación de contaminación que estaba presentando la quebrada La Marinilla, fuente hídrica que recorre los municipios de Marinilla y El Santuario, Antioquia, municipio, este último, donde se ubica la sede principal de la Corporación Cornare. (https://www.las2orillas.co/la-marinilla-otra-quebrada-mas-muriendo-en-silencio/)



 "No quiero 
terminar mis días viendo morir otra quebrada en silencio"


En el artículo citado, alertaba sobre la evidente contaminación que estaba presentando la quebrada, advertía sobre posibles afectaciones a la avifauna y al ecosistema en general y hacía un llamado a las entidades gubernamentales responsables para que se tomaran las medidas correctivas del caso. También invitaba a organizaciones, grupos y amigos ambientalistas para que sumáramos esfuerzos en pro del cuidado de la quebrada y la protección de las vidas que habitan su entorno.

 

Pero, cómo ha sido la repuesta del Estado ante la problemática evidenciada, específicamente de Cornare como autoridad responsable del tema ambiental, y cómo ha sido el papel de los medios de comunicación local y regional, en relación con el tratamiento y divulgación de la información sobre esta problemática? Seguido comparto mi percepción como ciudadano frente a la respuesta entregada por Cornare y, como “Usuario con Derechos”, mi percepción frente a la atención recibida por parte de esta misma entidad. También me referiré a la interlocución con la Administración Municipal de Marinilla, el Estado Local, y a su asistencia y acompañamiento para afrontar la problemática de contaminación evidenciada. Así mismo, comparto mi percepción frente al tratamiento y divulgación de la información por parte de los medios de comunicación regional y local Teleantioquia y CCM Televisión. Intento responder, de esta manera, a la promesa anunciada en el video publicado por las redes sociales el día 3 de marzo del año en curso, con el encabezado introductorio: “Ante la inoperancia Estatal y la desinformación de los medios de comunicación: Sigue enfermando La Marinilla”. 



Ante la inoperancia Estatal (…): Sigue enfermando La Marinilla





La respuesta Estatal al problema de contaminación de la quebrada La Marinilla, específicamente, la respuesta de la Corporación Cornare como autoridad ambiental regional, ha sido ineficaz y muy ineficiente. Las acciones correctivas implementadas (y considero que tiene lugar la duda) no han generado cambios positivos en las condiciones de contaminación de la quebrada, su cauce continúa arrastrando gran cantidad de espuma y en ocasiones se pueden advertir malos olores. En síntesis, la situación problemática advertida no ha sido resuelta, tal y como lo he demostrado ampliamente con imágenes y videos compartidos a través de las redes sociales y los cuales se pueden consultar en mi perfil de Facebook o en mi cuenta de YouTube.


Su respuesta tampoco ha sido oportuna, lo que evidencia ineficiencias en el proceso. Al día de hoy el problema no ha sido resuelto, a pesar de que funcionarias de la entidad pudieron constatar en campo las condiciones de contaminación advertidas, primero, en el mes de septiembre, cuando acudieron a mi primer llamado de alerta, y luego en el mes de febrero, cuando acudieron a mi segundo llamado. Seis meses después de haber puesto en conocimiento de la situación a Cornare por primera vez, la problemática ambiental de la quebrada continúa sin resolver. Pero, cómo la contaminación de las aguas de la quebrada ha podido afectar el ecosistema en su conjunto durante estos cinco meses? Cuántas vidas han resultado afectadas? Se hubieran podido evitar dichas afectaciones con una atención eficaz, oportuna y a tiempo? Es precisamente de la protección de vidas de lo que estamos hablando, cuando nos referimos a la eficacia y eficiencia de las acciones de protección ambiental y por eso la relevancia del tema.

El pasado lunes 2 de marzo del año en curso, el señor Javier Valencia González, Subdirector General de Servicio al Cliente de Cornare, declaraba lo siguiente en la emisión de noticias de Teleantioquia: “Esto originó inmediatamente una visita por parte de Cornare, la realizamos no sólo con el quejoso, sino además con la Empresa de Servicios Públicos del municipio de El Santuario, porque encontramos una falla en la planta de tratamiento de aguas residuales, esa falla en la planta de tratamiento de aguas residuales fue superada inmediatamente, era una válvula”. Cierra la nota el reportero, diciendo: “Afirmó Cornare que atendiendo esta denuncia pública, continuarán realizando monitoreos, tanto en el día como en la noche, para dar solución a las posibles problemáticas ambientales". (https://youtu.be/B-ACc6Vu38Y).

Una nota similar fue emitida por el canal de televisión local CCM Noticias el día 21 de febrero, nueve días antes, en la cual el mismo Subdirector Javier Valencia González mediante un audio afirmaba: “Encontramos que en la planta de tratamiento pues había una válvula que estaba, estaba fallando, de inmediato la empresa de servicios públicos tomó los correctivos y hasta el momento reitero pues no hemos vuelto a recibir quejas por parte de la comunidad por la aparición de espuma en la quebrada La Marinilla”. (https://www.youtube.com/watch?v=sykNWeEL2ko)

El 1 de marzo de 2020 a las 7:28 a.m. compartía yo un video a través de Facebook, grabado a las 6:00 de la mañana de ese mismo día, en el que evidenciaba las serias muestras de contaminación que presentaba la quebrada. (https://www.youtube.com/watch?v=u6hchMDBaXQ). Desde el 13 de febrero del presente año, luego de la publicación del artículo citado arriba, inicié el registro periódico de imágenes y videos evidenciando la situación y a compartir estos a través de las redes sociales, en un ejercicio independiente y autónomo de monitoreo que emprendí con el fin de registrar y difundir públicamente la evolución de esta problemática ambiental que aqueja, no sólo la vereda, sino también al municipio y buena parte de la subregión, porque sus aguas le tributan al Río Negro. (Ver mis publicaciones a través de Facebook o en mi cuenta de YouTube donde he venido registrando la información).

Varios asuntos creo importante destacar de la desacertada intervención Estatal frente a esta problemática ambiental, especialmente, de la desacertada intervención de Cornare como autoridad ambiental regional. Destaco, en primera instancia, la nula efectividad de su proceso de monitoreo y control, este ha sido ineficaz e ineficiente. En primer lugar, la alerta inicial señalando el problema en el mes de octubre del año pasado, fue comunicada a la entidad por un ciudadano y fue atendiendo nuestro llamado que acudieron a verificar la situación, no fue producto de su proceso de monitoreo y control.

Posteriormente, su visita a mi granja el mes de enero de este año para evidenciar nuevamente la situación de contaminación, fue atendiendo también nuestro llamado de atención frente al asunto, no se trató de una visita espontánea en su trabajo de campo para validar resultados de la tarea que estaban realizando en el proceso. Hasta el día de hoy, no se han identificado de manera específica las causas de la problemática de contaminación evidenciada, de ser así, por qué luego de cinco meses no se ha atendido de manera efectiva el problema?

Las inexactas declaraciones del Subdirector General de Servicio al Cliente de Cornare, con la potente resonancia de los amplificadores regionales de Teleantioquia y los parlantes locales de CCM Televisión, desestimando el problema evidenciado y declarando ante los distintos públicos que la falla había sido identificada y había sido superada, es también una muestra de la ineficacia del proceso de monitoreo y control llevado a cabo. Más ineficaz e ineficiente aún, pues el proceso desconoció por completo las evidencias mostradas durante 17 días (13 de febrero a 1 de Marzo) por el ciudadano fuente de la alerta inicial frente al problema (septiembre de 2019), el mismo que había reiterado el llamado en el mes de febrero y que lo había hecho público el 12 febrero mediante un artículo publicado en el periódico Las 2 Orillas. Durante este tiempo, sin embargo, nunca fui consultado como fuente de información en sus labores de seguimiento y monitoreo al problema, ni tampoco para verificar si la situación estaba efectivamente controlada, como se informó de manera errada ante los medios.

La desacertada intervención de Cornare a este problema ambiental de La Marinilla, evidencia también deficiencias en su proceso de atención a los llamados de alerta temprana ante posibles riesgos o amenazas de una emergencia ambiental. Si bien sus funcionarios realizaron visitas a campo para verificar la situación advertida, reitero siempre lo hicieron acudiendo a nuestro llamado, éstas no se realizaron para analizar la evolución del fenómeno en el punto inicial de la alerta o si la evolución de dichas condiciones de riesgo, como ha sido mi temor, genera ya una amenaza para el ecosistema y las vidas que alberga. Surge la pregunta, qué acciones de atención preventiva o de mitigación del riesgo ha adelantado Cornare en los seis meses transcurridos desde que se alertó sobre un posible riesgo de contaminación en la quebrada?

En relación con el proceso de comunicaciones y para no extenderme en mi reclamo, que no queja, y el cual expreso como ciudadano desde el origen del término “exigir de viva voz”, sólo haré tres preguntas y una observación. Atienden las inexactas declaraciones del Subdirector General del Servicio al Cliente, informando en representación de la Corporación Cornare ante los medios los días 21 de febrero y 2 de marzo del año en curso, el principio ético rector de la comunicación, a saber: Honestidad, veracidad y comunicación basada en hechos? Cómo el mensaje entregado a los distintos públicos por el Subdirector, atiende los principios éticos de la “rigurosa” política corporativa de comunicaciones de la entidad, la misma que impide a sus funcionarios en campo hacer declaraciones públicas sobre las situaciones encontradas? (https://www.youtube.com/watch?v=hki91mqK7LY). Y la tercera pregunta, cómo el erróneo mensaje entregado a las distintas audiencias los días señalados arriba, desestimando la validez de la información ofrecida en mi alerta temprana y en mi rudimentario monitoreo sobre la contaminación de la quebrada, contribuye al desarrollo humano sostenible del Oriente, al mejoramiento de la calidad de vida y al equilibrio ecológico de la región, asuntos misionales de la entidad?

Revisemos ahora la expresión quejoso usada por el Subdirector en sus declaraciones. Si bien, el término pudo ser utilizado de manera adecuada en el contexto de las declaraciones emitidas, también pudo resultar ambiguo según el contexto de la noticia (forma y contenido) y de las audiencias a quienes se estaba dirigiendo. El término quejoso refiere por lo menos dos significados: a) que tiene o expresa queja de alguien o algo y b) persona que se queja sin causa de manera frecuente. A cuál de estos significados de quejoso hizo referencia el señor Subdirector en sus declaraciones? Cuan diferente resulta ser el mensaje transmitido en su conjunto según la connotación utilizada, observo, por tanto, necesario, responsable y ajustado a derecho, que la Corporación Cornare responda públicamente la anterior pregunta y se haga claridad sobre el mensaje que se quiso transmitir ante las distintas audiencias receptoras de las declaraciones del Subdirector.

Para referirme al proceso de atención al ciudadano, que más cliente es un ciudadano usuario con derechos, creo importante recordar dos asuntos centrales. El primero, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare, CORNARE, es en buena parte producto de la movilización cívica de una ciudadanía activa que en el Oriente Antioqueño un día reclamó sus derechos. Esto, considero, deben tenerlo muy presente la nueva tecnocracia regional y, en especial, la actual tecnocracia de Cornare. El segundo, desde la creación de la Corporación, luego cuando se produjo “El Protocolo para el Desarrollo Regional” y hasta nuestros días, la participación ciudadana ha estado en el discurso de Cornare como pilar estratégico fundamental para desplegar su apuesta misional.

La intervención de Cornare ante esta problemática de La Marinilla se ubica muy distante de lo que proclama su discurso, desconoce un ejercicio ciudadano responsable, desestima e invalida públicamente sus aportes y contribuciones, desalienta la participación y el apoyo comunitario que pueda articular la propuesta y profundiza la desconfianza ciudadana en las instituciones del Estado. La información proporcionada sobre el análisis de la situación advertida y su evolución también es precaria, hasta el momento sólo se han limitado a informar que continúan adelantando operativos de monitoreo y control. Los informes técnicos de sus visitas a campo y de las tareas de monitoreo y control, no han sido compartidos, no obstante, me fueron ofrecidos en su última visita el pasado 3 de marzo y de haberlos solicitado en la misma comunicación que pedí autorización para publicar los videos de sus funcionarios.

Revisemos de nuevo el asunto y seamos claros, de lo que estamos hablando, precisamente, es de la desatención a una acción ciudadana responsable, interesada y dispuesta a cooperar con una institución estatal en la prevención de emergencias ambientales, el cuidado de las aguas y su entorno natural y en la protección de las vidas que estos ecosistemas albergan. Si esto pasa aquí, en el “patio” de la sede principal de la Corporación, qué podemos esperar de la intervención de esta entidad y de su atención al ciudadano, en zonas como Río verde de los Montes, Sonsón; en Santa Ana, Granada, o en Aquitania, San Francisco, por no nombrar veredas más lejanas en el territorio de su jurisdicción? No quiero ni pensarlo.

Antes de finalizar este aparte, creo pertinente también hacer referencia a la respuesta del Estado local ante esta problemática. Luego de publicarse el artículo y de evidenciar a través de las redes sociales lo que estaba pasando, el día 29 de febrero del año en curso, en sesión del Concejo Municipal de Marinilla para la socialización del proyecto de Plan de Desarrollo Municipal, Marinilla 2020-2023- PDM, componente Protección Ambiental y Desarrollo Rural Integral, intervine advirtiendo y contextualizando la situación que se estaba presentando. Describí lo que personalmente y de manera autónoma estaba realizando e hice un llamado para que iniciaran acciones de gestión a fin de tomar las medidas correctivas del caso. También, advertía a los concejales para que hicieran del cuidado de la quebrada y de la protección de las vidas que alberga, así como del cuidado de las demás fuentes hídricas de municipio, un proyecto estratégico del plan de desarrollo que se estaba socializando. El Directivo responsable de la Administración Municipal por este componente del plan, quien participaba de la sesión, se comprometió a realizar acciones de monitoreo y control en campo en los siguientes días. Al momento, no tengo conocimiento de los resultados del trabajo realizado, ni de acciones administrativas ejecutadas para evaluar y corregir el problema.

Para terminar este aparte, me ratifico en mi afirmación: Ante la inoperancia Estatal (…), sigue enfermando La Marinilla. Además, hago pública mi calificación por los servicios prestados y por la atención recibida hasta el momento por parte de la Corporación Cornare: X Extremadamente Insatisfactorio.


Ante (…) la desinformación de los medios de comunicación, sigue enfermando La Marinilla



Las organizaciones y los profesionales de la comunicación tienen la capacidad de influir en las economías, las sociedades y las personas, esto conlleva también responsabilidades y obligaciones con las organizaciones y con la sociedad. Justamente por esto, la ética tiene que ser el núcleo de la acción comunicacional tanto para las organizaciones como para los profesionales de la comunicación.



Los invito a revisar y analizar nuevamente las notas emitidas por los canales de Teleantioquia y CCM Televisión, los días 21 de febrero y 2 de marzo del presente año, divulgando la problemática de contaminación de la quebrada la Marinilla. (https://youtu.be/B-ACc6Vu38Y) y (https://www.youtube.com/watch?v=sykNWeEL2ko)

Contextualicemos el asunto central de la noticia en el marco de la labor periodística de un profesional de la comunicación y de la misión de las organizaciones de la comunicación. Hagamos su revisión desde el mensaje que quiso transmitir el emisor, específicamente una de las fuentes emisoras, y desde el hecho noticioso mismo.

Revisemos la idea central del mensaje de una de las fuentes emisoras. Es preciso aclarar que el mensaje de esta fuente emisora es el mismo que venía transmitiendo, primero, a través de un artículo publicado y luego, compartiendo por las redes sociales imágenes y videos de la problemática de contaminación ambiental en la quebrada. De hecho, por estos mensajes sensibilizando una comunidad frente al problema, los profesionales de la comunicación, en representación de sus organizaciones, acudieron a entrevistarme como fuente de información sobre el problema.

El reportero y su equipo técnico, (el mismo reportero preparó la nota informativa para los dos canales) pudieron evidenciar la situación problemática, ampliamente difundida, en su labor de registro de imágenes de la situación. De hecho, el primero en percibir los malos olores de la quebrada fue el reportero que hizo la nota periodística. Se puso también a disposición de él todo el material recopilado en nuestra labor de monitoreo y difusión de la problemática, los mensajes compartidos a través de las redes sociales y se le hizo el relato de la persistente lucha por ser escuchados en las distintas instancias, a fin de que se evaluara la problemática y se tomaran las medidas correctivas necesarias. La idea central del mensaje fue claramente trasmitida y documentada por esta fuente emisora. El contexto presentado, sitio donde se grabó la nota, posibilitó también al profesional percibir y sentir la idea central de la primera parte del mensaje entregado por este emisor.

Para contextualizar la segunda parte del mensaje a emitir, se describió y presentó también al reportero y su equipo de trabajo información general sobre la avifauna que visita el lugar. El equipo periodístico que me entrevistó pudo disfrutar de contemplar las aves que nos visitan, tanto en la quebrada como en el entorno circundante, durante la elaboración de la nota periodística. De hecho, en la nota transmitida, publicaron imágenes de algunas aves que nos visitan a diario en mi granja.

El mensaje emitido por este ciudadano fuente de información, fue específico y suficientemente evidenciado, documentado y contextualizado. El mensaje fue claro y contundente, en su primera parte fue una alarma, una voz de alerta temprana: Un serio problema de contaminación está afectando La Marinilla, “Cuidemos La Marinilla”. En su segunda parte, el mensaje también fue enfático y preciso: el problema de contaminación de La Marinilla puede estar afectando la avifauna que habita o visita el lugar y otras vidas silvestres en el entorno, “protejamos vidas”.

Revisemos ahora el hecho noticioso, en tanto suceso o cosa que sucede y, el periodismo, en tanto narración de la realidad, específicamente de una realidad pública. Sin duda alguna, el hecho noticioso a narrar en el caso que nos ocupa, era la evidente situación de contaminación que estaba presentando la quebrada La Marinilla. De nuevo afirmo, este hecho descrito y documentado por una de las fuentes emisoras fue lo que movió a los profesionales de la comunicación a venir a obtener información sobre el tema para luego comunicarla.

Pero, cuál fue el mensaje que el profesional (encargado de elaborar y producir la nota periodística) y las organizaciones de la comunicación (medios para difundirla) transmitieron a sus audiencias? El mensaje comunicado en las notas transmitidas, más que por el contenido por la forma, fue un parte de tranquilidad: La falla había sido identificada, había sido inmediatamente solucionada y estaba bajo control. Por la forma como se comunicó el mensaje, las audiencias recibieron primero la historia de un quejoso “ciudadano de a pie”, manifestando una problemática ambiental y luego, al cierre de la nota, las declaraciones del Subdirector General de una reconocida institución regional, complementadas con el relato de un reportero de dos potentes organizaciones de la comunicación, ambos afirmando que la situación estaba solucionada y bajo control. Transmitido así, cuál fue el mensaje comunicado e instalado en las audiencias y públicos receptores del mismo? Comunicó el periodista la realidad del hecho que estaba sucediendo? Definitivamente no, el mensaje transmitido en la nota periodística no fue veraz, fue una nota des-informativa.

La consulta de distintas fuentes de información frente a un hecho tiene por objeto, entre otros, contrastar la información observada y recibida, verificar la validez de las distintas versiones entregadas y constatar la veracidad de la información obtenida, a fin de narrar o comunicar el hecho de la manera más cercana posible a la realidad. En ningún momento este ejercicio debe incidir en la calidad del mensaje comunicativo que se quiere transmitir y, mucho menos, modificar la realidad de los hechos que se pretenden comunicar.

Tanto el profesional encargado de la comunicación, como las organizaciones Teleantioquia y CCM Televisión para las que labora, desatendieron el principio ético rector de las comunicaciones de Honestidad, veracidad y comunicación basada en hechos, como lo he demostrado ampliamente. Así mismo, los profesionales de las comunicaciones responsables de la nota transmitida, desatendieron el principio rector de Integridad y el de Respeto e imparcialidad en el trato con los públicos, principio este último que debe orientar la práctica del profesional de las comunicaciones.

Hasta aquí, el problema ético pareciera ser un asunto menor, pero en realidad es un tema de proporciones importantes. Primero, estamos hablando de una alarma emitida por la contaminación de una fuente hídrica, la principal fuente del municipio de Marinilla. El problema de contaminación y agotamiento de las aguas, es un asunto serio a atender en el municipio y la subregión, mucho más, si estamos hablando de consolidar una provincia del agua, los bosques y el turismo. Hablamos de un problema de contaminación ambiental, un problema público que amerita atención oportuna. Tanto el periodista como los medios que transmitieron la nota, desatendieron el principio ético rector de trabajar para el interés público y se mostraron faltos de responsabilidad frente al cuidado del ambiente. El inexacto mensaje transmitido de “todo está bajo control”, antes que promover la rápida atención a la alerta lanzada por un ciudadano, invalida la necesidad de actuar oportunamente para atender un serio problema de contaminación que lleva seis meses sin resolver. Se trató de una des-información irresponsable con el cuidado del ambiente y la protección de las fuentes hídricas.

Segundo, estamos hablando de un problema vital, un problema que afecta vidas en un ecosistema, puede que no sean humanas por ahora, pero son vidas. Cuál es el compromiso y la responsabilidad socio-ambiental que asiste a este profesional de la comunicación y a las organizaciones que representa, frente al cuidado y protección de la vida?

A todas luces y como lo he demostrado ampliamente, la información comunicada por el profesional encargado y por las organizaciones Teleantioquia y CCM Televisión frente a este hecho, no fue veraz y desatendió varios principios éticos rectores de la comunicación. Me ratifico, por tanto, en mi afirmación: Ante (…) la desinformación de los medios de comunicación, sigue enfermando La Marinilla.


A manera de conclusión, algunas enseñanzas y aprendizajes


Antes de terminar, considero pertinente aclarar que no soy ni me considero un ambientalista, como de manera inexacta y un tanto farandulera han querido presentarme ante los medios. De hecho, no milito ni hago parte de ninguna organización  o grupo ambientalista, ni tengo méritos para que se me otorgue tan importante título. En esta tarea me asiste sólo un profundo respeto por el otro, por lo otro y por las otras vidas y, es desde ahí, que he venido hablando.


Recojamos ahora las enseñanzas y aprendizajes: El llamado a La Corporación Cornare es a que revise los distintos procesos y procedimientos de la organización, especialmente el de Atención al Ciudadano, teniendo siempre presente que su origen lo debe a la acción cívica ciudadana garantizando sus derechos, y que es el ciudadano y la protección de vidas el eje fundamental de su razón de ser.

A la Administración Municipal de Marinilla, el Estado local, solamente señalarle: No es bonito un malecón con aguas contaminadas pasando por debajo, resulta poco atractivo y poco presentable una cloaca cruzando por la puerta de entrada a la Provincia del Agua, los Bosques y el Turismo. El llamado es a hacer del cuidado de La Marinilla un proyecto estratégico piloto, columna vertebral del ordenamiento territorial para el desarrollo local, y centro de investigación y experimentación para aprender a cuidar esta y otras fuentes hídricas. La convocatoria es a hacer de las aguas cristalinas de La Marinilla y de las aves que vienen a beber en ellas, el más bello adorno para el malecón que proyectan construir.

El llamado a los medios y a quienes ejercen como profesionales de la comunicación, es a hacer de la ética el ADN de todos sus procesos comunicacionales, atendiendo siempre, de manera muy comprometida y responsable en su acción comunicativa, los principios éticos rectores de la comunicación y los que orientan la práctica profesional del comunicador.

Y mi aprendizaje como ciudadano, lo comparto con esperanza con el ciudadano “de a pie” que también tiene iniciativas frente a qué hacer con sus instituciones en su propio territorio. Que también, como yo, se ha sentido desatendido en sus propósitos colectivos y públicos por las instituciones que le son propias. A ese “ciudadano usuario con derechos”, que hace del campo y de la ruralidad su hábitat para vivir en armonía con las otras vidas, le cuento lo que decía el economista que más respeto: La nube de mosquitos puede derrotar al rinoceronte. Y sí, creo que es verdad, la nube de mosquitos con un megáfono puede hacer cambiar de rumbo al rinoceronte, sobre todo y cuando a veces, aparece un Goliat en el camino que nos hace salir el David que llevamos dentro.

Reitero mí llamado a que “Cuidemos La Marinilla y protejamos vidas”, no quiero terminar mis días viendo morir otra quebrada en silencio y, mucho menos, en el patio de mi propia casa.




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