Marinilla Propone:
Marinilla Propone: Entre la profunda crisis y la superficialidad de un diálogo entre educadores
Comparto mi opinión frente al ejercicio Marinilla Propone, sector educación,
realizado el día 27 de mayo de 2021. Acudí a la convocatoria a "dialogar
por la vida" en Marinilla con gran interés, expectativas y disposición de
tomar parte de manera responsable en dicho diálogo.
Asistimos hoy a una de las peores crisis social,
económica, política y de gobierno en la historia reciente del país.
Afrontar la actual situación, demanda responsabilidad institucional y ciudadana
y el compromiso de los distintos actores sociales.
En este contexto, un diálogo social con actores
educativos frente a la actual situación de crisis en el país, convoca una
participación responsable y generosa con la sociedad local y nacional por parte
de dichos actores. Demanda como mínimo opiniones informadas, rigurosidad en los
análisis, profundidad argumentativa y aportes ilustrados. Se trata de un
diálogo con los agentes y los directivos de la educación en el nivel local. Hablamos
de talento humano formado vinculado a la educación de la sociedad local y de
las instituciones educativas y de conocimiento en el ámbito municipal.
Contrario a lo esperado, no obstante seguir la
metodología propuesta por los organizadores del evento, los aportes del
ejercicio al análisis y tratamiento de la problemática del paro nacional fueron
muy limitados, por no decir nulos. La dinámica del ejercicio transitó de manera
ambigua, sin profundizar en las temáticas del paro en el ámbito nacional y
tampoco en el nivel local, evidenciando posibles falencias en el diseño
metodológico y fragilidad en las técnicas de participación utilizadas.
El ejercicio no propició la generación de
propuestas por parte de las instituciones y organizaciones como sector
educativo. Se acudió a exponer opiniones personales, superficiales en su análisis
y frágiles en argumento por parte de los participantes. En ningún momento se
evidencio el uso de recursos de información y conocimiento propios de personas
con el nivel de formación académica que asistieron al evento. Tampoco se
evidenciaron miradas disciplinares profundas, así fueran particulares, como
podría esperarse de un ejercicio de trabajo colectivo entre pedagogos y
académicos.
En estas condiciones, es posible afirmar que
este fue un ejercicio participativo frágil en su diseño, pobre en sus
contenidos y muy precario en sus resultados. La relación costo/beneficio,
calculando el valor hora promedio de los participantes y organizadores y de la
logística dispuesta para el mismo, no se corresponde con la calidad de los logros
alcanzados.
Insatisfecho con la dinámica y los logros del
ejercicio, propongo a los organizadores del mismo, muy especialmente al Consejo
Municipal de Paz y a la Asamblea Municipal Constituyente, hacer una evaluación
seria del mismo, revisar la metodología implementada y establecer los
correctivos y acciones de mejora que tengan lugar, a fin de proponer un Diálogo Social por la Vida serio y
responsable ante la actual situación de crisis que vive el país.
A los distintos agentes educativos que asistieron al ejercicio, a los que no asistieron y a los que no se sintieron convocados, el llamado es a disponer sus capacidades y recursos pedagógicos, de conocimiento e investigación, en el análisis y comprensión de la realidad que está viviendo el país y la localidad, a fin de disponer acciones conjuntas para transformarla. El llamado a ustedes es a recordar la misión social de la educación y de las instituciones de educación y conocimiento y, desde su misión, ejercer como actores socialmente responsables. La invitación a los agentes de la educación local es a cooperar en escribir colectivamente un nuevo relato de país por la vida y el conocimiento, un relato que esté a la altura de la “cultura de nuestros tiempos” como diría José Ortega y Gasset.
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